Google+

27 de septiembre de 2014

#18 Aventuras Cánidas.

He adoptado a un cachorro, y es de lejos, la mejor decisión que he tomado en mi vida. Estoy tan contento con la decisión que he tomado, que estoy casi seguro de que por puro orgullo, me va salir un segundo pene en un codo. 


El perro en cuestión es un cruce entre pastor alemán y labrador, y desde el minuto uno, desde que agarré a esa mierda peluda entre mis musculosos brazos, supe que me iba arrebatar el corazón. Muchas son las preguntas por formular en este arduo camino de adiestramiento: ¿Cómo en estas latitudes me puedo identificar a mi mismo como #perriber? ¿Cómo puede un cachorro de tres meses dejar semejantes deposiciones? Estoy casi convencido que si dejo una de sus monumentales heces en un parque, la policía local de mi ciudad se creerá que hay un oso pardo suelto por el municipio. Os dejo con un soneto que vi en internet, y voy a modificarlo a esta entrada porque me ha causado sensación.

"Soy un perro literato,/ Soy muy cute, puta,/ pero te mato."