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27 de noviembre de 2013

#11 Mirar, ese rinoceronte esta pariendo a un hombre.

No estaba muerto, estaba de migrañas. Se puede decir que he vuelto, que he vuelto a volver, que he revolvido, que he revuelto, que he revuelto a revolver. Cantidad ingente de trabajo ingenieril por hacer. Nivel : SHITLOAD. Alguien ha lanzado una mierda de elefante africano a un ventilador, y ahora a todos no está cayendo la llovizna. Los ánimos regular, gracias por preguntar. La novela sin escribir. No conozco a suficiente chicas nórdicas. ¿Dónde van las suecas cuando acaban el erasmus? ¿Dónde marchan los potros salvaje en el ocaso? Prometo volver más regularmente, con más gracejo, con los electrolitos cargados. Con el esmegma espeso, con el aliento fresco.



10 de noviembre de 2013

#10 Brisa Marina

Mi amigo Brisa me descoloca. Es un tipo bastante decente y eso. Pero suelo desconcertarme la mayoría de las veces. Estás comiendo con él  y de repente, cuando todavía tienes el bolo alimenticio en las gónadas, te suelta " Ayer follando con mi novia la llamé Miguel". Luego se queda todo serio mirando al horizonte. Te cuenta los chistes más racistas que en realidad ya sabes, del tipo" Un hombre muy blanco va a la playa a tomar el sol y ve a un hombre negro en la playa y le pregunta desconcertado ¿Cuánto tiempo llevas aquí? a lo que el hombre de color responde " Unos 5 minutos", y el tío lechoso le contesta " Pues yo que venia todo el día". Te lanza esa joya y se ríe el sólo. Para colmo, utiliza esa broma fuera de contexto en la vida real, el otro día estábamos en la biblioteca de la universidad estudiando juntos, cuando un hombre de color se sentó enfrente nuestra. Me temía lo peor. Brisa me miró asintiendo con la cabeza lentamente, con una sonrisa pícara. Le preguntó al hombre de color, guiñándome un ojo, ¿Cuánto tiempo llevas aquí?


7 de noviembre de 2013

#9 La mujer biónica

Necesito ponerme el bulbo raquídeo en salmuera. Las pastillas de las migrañas me dejan zombie, me lobotomizan sobremanera. Encima tengo una conjuntivitis renqueantes en los dos ojos. Y parezco un mongoles originario. De esos que van en los microponis esos, por las estepas,y van cabalgando hasta las tiendas de campañas esas circulares donde viven y van a comer chucrut, o lo que coman los mongoles. Bueno no os lo he dicho. Ayer me sentía sexy, miraba a las muchachas como un lobo hambriento y me sentía deseado. Bueno pues resulta que estoy de valentino por el metro y me veo a una mujercita que me devuelve las miradas. Aquello parecía marchar, yo era todo confianza. Nos echábamos miradas furtivas todo el tiempo. Muy en plan gestapo. El caso es que me armo de valor, y cuando me bajo en mi parada - me bajé antes que ella- le doy un trozo de papel con mi móvil. Le lancé el papel con dos dedos en tijera, como gambito  lanza las cartas en los xmen. El papel tenia mi móvil, la palabra whatsapp y una cara sonriente de un gatito. No se qué demonios me impulso hacer aquello. Mi subconsciente debe ser una quinceañera romanticona. El caso es que me baje del metro como un relámpago, como si fuese portador del virus ébola, seguramente cogería el papelito, y suspirando con indiferencia , lo estrujaría en la palma de su mano, con fuerza pero lentamente, notando el papelito crujir,como si tuviese un brazo robótico como el de terminator. Nunca me mandó un whatsapp. Pobre gatito.


5 de noviembre de 2013

#8 Mi problema con el claqué

Quedaros con la tostada. Imagina que te quedas colado de una tipa, y tú; que en el fondo eres un acosador, te da por ver a que se dedica.Y la sigues día y noche, te das cuenta que baila claqué todos los martes y los jueves. Te preguntas que coño tienes que perder. Y le das la barrila a tu madre día y noche para que te compré unos malditos zapatos de claqué y todo. Te pones hablar con ella y coincidís en casi todo lo terrenal. Tu corazón palpita como un potro salvaje. Te imaginas comprándole un anillo, llevando los chiquillos a taekwondo. Pero se abre a ti, parapetándose en esa bella amistad que le ofreces, te comenta que en verdad no le gusta el claqué, pero que va allí porque está enamorada del instructor, un chico francés que seguía día y noche. Hasta que supo dónde podía hablar con él. El universo es cíclico. Se te queda cara de boquerón y te vas jodido a casa, sin cambiarte los zapatos. Por ahí con el corazón roto, pero claqueando.




4 de noviembre de 2013

#7 Jabones de Prisión

Me ha costado subir las tres malditas plantas de la biblioteca, son bastantes escalones, encima estoy gordo, la respiración pesada ha hecho que todos los cretinos por donde pasaba me mirasen. Como si de un jabalí herido se tratase, me he ido ha sentar donde suelo, donde más tías buenas hay en radio dividido por mesa. Acabo de salir de un examen. No bueno. Esto de estudiar y trabajar no es tan divertido como sale en las películas americanas. A un compañero tampoco le ha salido bien, se lo he visto mientras su pupila azul se clavaba en mi pupila azul. El mundo del software es un mundo cruel, es como hacer malabares con el jabón de la ducha en prisión. En cierto punto te la juegas. Bueno ya me he liado. Se ha ido una tía buena.


3 de noviembre de 2013

#6 Nuestro Cheese

Vas a tu rollo ¿No? A tu cheese. Escuchas que ha muerto Manolo Escobar, que ya no tiene sentido vivir una vida nihilista. El móvil te suena. ¿Qué habrá sido de las empresas de politonos? Tempus fugit. No coges la llamada. Estás en una feria apuntando con una escopeta de perdigones, derribas todos los patos metálicos del stand. Suena una alarma y ganas una bicicleta. Se le das a un pequeño gitano con estrabismo, que te ha estado animando mientras disparabas, te observa con una sonrisa mellada desde varias direcciones, con los ojos vidriosos. Le llamas pequeño nigga y todo, tenéis química, sentís el mismo cheese, le revuelves el pelo, dándole la bicicleta. A punto de llorar de la alegría, te llama señor. Te sientes triste. Se marcha pedaleando.




2 de noviembre de 2013

#5 Ego el Oso Migroso

Perdonar por no postear en dos días, me he ido a reflexionar al desierto, necesitaba huir de esta jungla de cemento. Dos gintonics y shadowboxing con mi alma. La verdad es que no. Me disperso, joder. Me diluyo en lo etéreo. Ingeniería, practicas de empresa, aspiraciones literarias pospuestas, duelo. Soy un tío curioso, sensible, multifuncional. La clase de tipo que las madres quieren para sus hijas. La clase de tipo que las madres quieren para ellas. Con quién sueña tu padre. El pixel muerto de la pantalla que no puedes dejar de mirar, el gato del team rocket. Soy ese kebab de pollo que no te da diarrea. Soy la chica rubia de erasmus con la que te morreaste. Soy un melocotón esculpido en mármol. Tu primer beso lesbico, el primer baño de verano, olor a gofres. Soy vuestro osezno.