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5 de noviembre de 2013

#8 Mi problema con el claqué

Quedaros con la tostada. Imagina que te quedas colado de una tipa, y tú; que en el fondo eres un acosador, te da por ver a que se dedica.Y la sigues día y noche, te das cuenta que baila claqué todos los martes y los jueves. Te preguntas que coño tienes que perder. Y le das la barrila a tu madre día y noche para que te compré unos malditos zapatos de claqué y todo. Te pones hablar con ella y coincidís en casi todo lo terrenal. Tu corazón palpita como un potro salvaje. Te imaginas comprándole un anillo, llevando los chiquillos a taekwondo. Pero se abre a ti, parapetándose en esa bella amistad que le ofreces, te comenta que en verdad no le gusta el claqué, pero que va allí porque está enamorada del instructor, un chico francés que seguía día y noche. Hasta que supo dónde podía hablar con él. El universo es cíclico. Se te queda cara de boquerón y te vas jodido a casa, sin cambiarte los zapatos. Por ahí con el corazón roto, pero claqueando.